martes, 19 de febrero de 2008

y el pájaro vio el cielo y se voló.


Sordito ya está en libertad.
Sí, lo sé, es algo ambiguo lo que digo.
Puede estar en los aires frescos del mediodía cordobés, por encima de un niño que convierte con su pelota de plástico el primer gol de su vida, o quizás está ahora sobrevolando el tierno beso de dos ancianos en el banco de una plaza.
Hasta ahí todo lindo.
Pero la triste realidad indica que Sordito también puede estar siendo arrastrado en este mismo momento por el escobillón de un basurero de Clima, en la calle libertad, a pocas cuadras de la que hasta ayer era su jaula. Encima puede ser de talleres el basurero. Quién te dice.
Sincerémosnos.
Un pajarito huérfano, que vivió toda su vida en una jaula y no conoce los peligros de esta Córdoba históricamente radical, tiene todas las de morir a las pocas horas de su exitosa fuga. Al menos de eso me quisieron convencer todos cuando Sordito, el original y afectuoso regalo de mi gran amigo Iván llegó a mi casa y yo me cuestioné la actitud de mantener su vida encerrada, simplemente para que decore el paisaje de mi balcón.
Con el verso de “si lo liberan lo asesinan”, nos fuimos encariñando con Sordito hasta entablar una relación de profundo cariño.
Ayer, su jaula cayó accidentalmente al piso dándole la oportunidad de partir. Y Sordito partió. Se fue. Eligió dejarnos.
Prefiero creer que en este momento es más feliz de lo que era en nuestra casita.
Hasta siempre, Sordito.

2 comentarios:

jc dijo...

peor fue esa tarde cuando llegué a mi casa de las delicias y no encontré a mi conejo roberto carlos. mi hermano sonreía mientras removía con un cucharón de madera el contenido del disco, q supuestamente contenía pollo....

Anónimo dijo...

Sordito murió.
Pero antes,
sintió el aire en la cara.

Como dice Gerardo,
al Casino uno va para perder.
Pero esa noche en la rula,
quién te la quita?

Iván.