viernes, 29 de febrero de 2008

hoy es hoy. 29 de febrero.



Hoy es 29 de febrero y sólo una vez cada cuatro años, es 29 de febrero.
A continuación, algunas cosas que pasan más o menos cada cuatro años:

Viajo sentado en el bondi /
Chamo hace un gol en la play /
Yo hago un gol de cucharita /
Leo el suplemento “temas” de la voz del interior /
Texi se esfuerza por algo /
Voy a un boliche /
Voto al PJ /
Coca llega a horario /
Los argentinos nos creemos unidos y salimos con banderas a la calle porque vamos a ser campiones del mundo /
Cambio de trabajo /
Me meto a una pileta/
Hay más de 5 personas en mi cumple /
Me pongo ropa azul y blanca sin darme cuenta y después me fastidio mucho, muchísimo por ponerme ropa azul y blanca, porque odio todo lo que es azul y blanco.



jueves, 28 de febrero de 2008

final abierto para iván de película.


De tanto hablar de directores de cine… comenzó a vivir su propia película.
Una trama tan difícil como apasionante. Un rodaje oculto. Un número impar de actores.
Tiempos que respetar. Cuenta regresiva. Bomba a desactivar.
Argumento trillado? Puede ser. Hasta un punto.
Pero qué importa, si este film no es para las salas masivas, ni para ser comentado por catalina en tn.
Conozco al protagonista. Y esta película le cierra perfecto.
Ningún guión lo entusiasmará tanto com este.
No habrá ninguno igual.
Por eso, no habrá ninguno más.
Es el de la revelación y la consagración.
El del debut y el del retiro.
El que él, quién dejó de llamarse francisco para volver a ser el iván de siempre, elije para rodar todos los días.

miércoles, 27 de febrero de 2008

contentos y con ganas de ayudar.


bueno, empezó acá y casi como un chiste...
pero nos dimos cuenta que tenemos ganas de ayudar.
va de a poco la cosa. merece un compromiso y tener en cuenta muchos aspectos, para no decepcionar a nadie.
pero las ganas de hacer algo lindo están.
un poco inspirados en patch adams... vamos por la terapia de la alegría.
ojalá logremos contagiar un poco y armar movidas lindas en lugares que necesitan sonreír.
en el blog www.soycontento.blogspot.com hay un texto largo (demasiado, para mi gusto) en el que se explica un poco la idea.
bienvenidos sean los contentos que quieran ayudar.
se reciben ideas, propuestas, sugerencias y críticas.
de todo, mientras sea con buena intención.
de eso se trata.
al blog contento no lo manejo yo, pero creanme que es buena gente, con muchas pilas, y muchas ganas de transformar una idea simple y algo loca, en solidaridad real y efectiva.
ojalá sirva.

lunes, 25 de febrero de 2008

él es un ángel. (descortés).



La mejor intervención televisiva de Pappo fue en el 2000 en Sábado Bus, conducido por Nicolás Repetto. En un rincón él, en el otro DJ Deró. En el medio, Repetto.
Deró brindó: “Por toda la gente que sale los fines de semana a bailar y porque la escena dance siga triunfando en el mundo”.
Pappo: “Yo brindo porque la música tocada en vivo por seres humanos triunfe”.
Repetto: “Bueno, Pappo, los DJ’s también tocan”.
Pappo: “¿Ah, sí? Ahora resulta que uno se pasó toda la vida estudiando un instrumento, viene otro, enchufa todo y te quiere hacer creer que toca”.
Deró (a Repetto): “Así como yo respeto que él toque la guitarra, yo toco los discos”.
Pappo: “Conseguite un trabajo honesto. Vos tocás lo que otro grabó. Ojalá que pierdas el auto”.

Días después, cuando en la desaparecida FM Supernova le preguntaron por qué había ido, Pappo respondió: “Porque quería ganarme el auto y porque las minas que bailan están bárbaras”.
Suple NO. Página/12
Grande, carpo.
a 3 años de tu muerte y a casi 4 de aquel mayo en vélez, en el que con tu viola derramabas hermosas melodías piojosas sobre mi sien.

viernes, 22 de febrero de 2008

carteludo.


sonaba bicho de ciudad, porsupuesto.

el no televisado de los jueves.


Se me ocurre que cuando fontanarrosa llegó al cielo, lo esperaba una hermosa habitación en un tremendo hotel, más o menos parecido en lujos al que se imaginan los dos amigos de “el mundo ha vivido equivocado”.
Como en todo hotel, se debe haber encontrado con las toallas impecables dobladas sobre el espectacular acolchado de plumas, siempre blanco, excepcionalmente azul y amarillo (él se merecía el detalle, a pesar de que un celeste pirata hubiese aportado aún más belleza a la impresionante habitación).
La cosa es que me lo imagino al tipo este de barba no muy contundente mirar la escena con resignación optimista, acercarse a la mesa de luz y encontrar, apoyado sobre el velador, un sobre blanco con el siguiente texto escrito en lapicera: “Sr. Roberto Fontanarrosa. Pte” .
La escena continuaría con la cara de asombro del rosarino, ya con el sobre en la mano y la espalda en los almohadones, pero con los pies afuera de la cama para no manchar el acolchado.
Al abrir el sobre, me comenta mi imaginación, habrá descubierto una tarjeta blanca, bastante pobre en diseño, con una doble impresión que a primera vista suena a error para todo recién llegado. Sería algo así como:
Dios.
Dios.
(Más tarde el ángel diseñador explicaría en una mesa de café, que no es nada fácil hacer una tarjeta personal cuando el cargo en la empresa es igual al nombre del tipo.)
Tras el asombro incial, fontanarrosa encontraría una agradable sorpresa al dorso del cartón. Con una letra casi de doctor, también en lapicera, la leyenda “vale por el mejor lugar del cielo, para ver como si estuviese en platea, todo partido que se le ocurra. Los que quiera” y la firma de Dios, que por cierto era muy parecida a la de Diego Maradona.
Impresa en la parte inferior del dorso, cerraba la tarjeta el texto “personal e instranferible”.
Chocho, fontanarrosa.
Aliviado por saber que no extrañaría a los canallas y gustoso del obsequio, se sintió realmente bienvenido.
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Anoche volvió.
Volvió el soccer de los jueves.
Y, como el mendigo del docke, soy feliz.
Lo ¿organizó? Diego David Enco y mal que me pese a mi, que soy su principal detractor, sirvió muchísimo. Ya está. Fue como el primer beso, que fuese a la edad que fuese, siempre parecía demasiado demorado. Uno veía que por ahí algún amigo besaba y te producía una mixta y egoísta sensación de decepción y ansiedad.
Yo me besé por primera vez recién a los 12 años, en una americana, con una chica bonita que por entonces era mi novia. Mirá si iba a besar por primera vez con una desconocida, justamente yo.
Bueno, la cosa es que anoche pasó algo que yo esperaba con decepción y ansiedad, como el primer beso: Jugamos al fulbo con los chicos. Y ahora no me incumbe que venga cualquier compañero de trabajo y me diga “bueno… yo en realidad me junto todos los lunes, viste? Porque somos re amigos y siempre jugamos”.
Qué me importa a mi, si yo juego de nuevo los jueves, con mis amigos de toda la vida.
Gil. Me moría de envidia, es cierto. De culpa por haber abandonado. De tristeza por haber perdido la cancha de jota a jota. Pero ahora ya está.
Algo tan simple como jugar al fútbol y comer asado todas las semanas, para mí es un hecho de vital importancia, de incalculable valor, de inexplicable alegría.
Anecdótico será el resultado, el barro, las canaletas, los alambres terroristas, el goleador de la noche y la parte gruesa del matambre. Anécdotas. En ellas está está la magia para nosotros, los buscadores de historias mínimas.
Volvimos.
Y creanme que, para mi, no es poca cosa.
Mucho menos, con la certeza de haber tenido a fontanarrosa mirando nuestro partido desde atrás del arco, en una semana de copa libertadores y grandes encuentros de champions league.
Nos entendemos, canalla. Sólo vos podrías entender la importancia de este partido, y que los jugadores más valiosos del mundo no juegan en old trafford, ni en el bernabeu.

miércoles, 20 de febrero de 2008

martes, 19 de febrero de 2008

y el pájaro vio el cielo y se voló.


Sordito ya está en libertad.
Sí, lo sé, es algo ambiguo lo que digo.
Puede estar en los aires frescos del mediodía cordobés, por encima de un niño que convierte con su pelota de plástico el primer gol de su vida, o quizás está ahora sobrevolando el tierno beso de dos ancianos en el banco de una plaza.
Hasta ahí todo lindo.
Pero la triste realidad indica que Sordito también puede estar siendo arrastrado en este mismo momento por el escobillón de un basurero de Clima, en la calle libertad, a pocas cuadras de la que hasta ayer era su jaula. Encima puede ser de talleres el basurero. Quién te dice.
Sincerémosnos.
Un pajarito huérfano, que vivió toda su vida en una jaula y no conoce los peligros de esta Córdoba históricamente radical, tiene todas las de morir a las pocas horas de su exitosa fuga. Al menos de eso me quisieron convencer todos cuando Sordito, el original y afectuoso regalo de mi gran amigo Iván llegó a mi casa y yo me cuestioné la actitud de mantener su vida encerrada, simplemente para que decore el paisaje de mi balcón.
Con el verso de “si lo liberan lo asesinan”, nos fuimos encariñando con Sordito hasta entablar una relación de profundo cariño.
Ayer, su jaula cayó accidentalmente al piso dándole la oportunidad de partir. Y Sordito partió. Se fue. Eligió dejarnos.
Prefiero creer que en este momento es más feliz de lo que era en nuestra casita.
Hasta siempre, Sordito.

lunes, 18 de febrero de 2008

no necesito nada.


El mozo los miró mientras se acercaba y después de que le ordenaran una cerveza, retrucó con un pedido de documentos. Los menores de edad no deben emborracharse de amor, se decía a sí mismo intentando convencer a su conciencia mientras, dejando una seven up sobre la mesa, aportaba una dosis más de nerviosas cosquillas a la cita adolescente.
Ella tenía 17 de los de antes y él ya era mayor, tan sólo porque febrero vive pasando enero, cuando todavía falta una calle para llegar a abril.
Se subieron al ford ka, aquel que poquitos días antes había obedecido para que un carnet habilite al interesado a maniobrar el volante de las ilusiones más nobles. Vaya si eran jóvenes.
Algunos “te amo” en papel de carta esperaban ansiosos ser entregados para transmitir las sensaciones que supieron desahogarlo cuando las aguas no eran calmas.
Todavía respiraban gratis los aromas de un barrio poeta, cuando se sentaron en la vereda y hablaron (de todo un poco).
A la luna se la vió venir. Tweety salía de su jaula y Silvestre suspiraba. La China, seguro, leía a Cortázar o escuchaba a Silvio Rodriguez, sin apellido.
El auto miraba hacia el norte. Sobre el capot se apoyaron, más cerca del lado del conductor.
Se dieron un abrazo hermoso y, con las pulsaciones a mil, levantaron sus cabezas para darse el beso que les cambiaría la vida.
Después, inmediatamente, otro abrazo. El que trajo la certeza.
La que él tiene todos los días cuando se levanta a la mañana.

no anda.

no anda la parte para subir fotos.
bu.

jueves, 14 de febrero de 2008

nuevosairesnuevos.


En mi trabajo hay mucha gente nueva y gente que ya está confirmada pero todavía no es nueva porque va a ser gente nueva la semana que viene y se va a sumar a los nuevos que ya se sumaron y entonces éstos últimos se van a sentir un poco menos nuevos, o al menos no tan nuevos como los nuevos que recién van a ser nuevos la semana que viene, aunque para los que no somos nuevos son todos nuevos, porque van a ser muy poquitos los días de diferencia entre los nuevos que entraron y los nuevos que están por entrar.
Me parece realmente muy saludable tener nuevos compañeros de trabajo. Uno se renueva con los nuevos. Hay nuevas historias, nuevas jugadas metegolísticas, nuevas voces para escuchar de fondo, nuevos temas de conversación, nuevos puntos de vista y muchas otras novedades.

día de los enamorados.



Dejaré de mirarte
dejaré de pensar en vos
mi tiempo no da para más
lo estoy perdiendo todo por ti.
Estoy amando demasiado a mi guitarra
sus cuerdas me atan no me dejan pensar
maldita la hora en que quiero tocar
maldita la hora en que quiero tocar
lara lalarala laralala
Esto es una locura
ya estoy buscando escenario otra vez
mis dedos quieren tocar un blues
ya estoy metido en ese ritmo infernal
y al final para qué?
Estoy amando demasiado a mi guitarra
sus cuerdas me atan no me dejan pensar
maldita la hora en que quiero tocar
maldita la hora en que quiero tocar

Esta es mi religión
no hay mas dios que el de tu corazón
y aunque nadie la escuche
yo solo quiero tocar mi canción
tocarla hasta el fin
Estoy amando demasiado a mi guitarra
sus cuerdas me atan no me dejan pensar
maldita la hora en que quiero tocar
maldita la hora en que quiero tocar

Según pasan los años señora
y no le encuentro la solución
mi mente se cuelga en el rock
y no tengo en la vida ninguna ambición
mas que tocar esta noche.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Besito de buenas noches para Rosicky




Era un partido peleado, disputado.
El vino estaba ricazo y chamo preparaba el fernet.
Tiro libre para el inter en ¾ de cancha, cuando el reloj marcaba el minuto 87. El 87 en la jerga quinielera significa “los piojos”. Presentí algo bueno.
Adriano acomodó el balón y, debo admitirlo, miró mi copa.
Si, en serio, miró mi copa, que estaba apoyada en la mesita ratona del living de mi casa.
Adriano gusta de las bebidas, no me voy a poner colorado para decirlo. Pero también gusta del buen fútbol. Hay una gran diferencia entre fútbol y fulbito.
Enorme diferencia.
Yo creo que, justamente, la diferencia entre el inter y el arsenal es la diferencia entre el fútbol y el fulbito.
La cosa es q el brazuca acomodó la número cinco y lo buscó con la mirada a crespito.
Es contento adriano.
Mi copa de tinto en ese momento representaba su copa del mundo.
El diez acaració el esférico y en el borde del área, valdanito la paró de espaldas al arco. En el giro dejó desparramado a su marcador y apenas después de que picara, le pegó un bombazo inatajable que dejó sin reacción al número uno.
Ay rosicky!
La pantalla no me mostró tu rostro en ese momento, pero supongo habrá sido el mismo que el de coca. Desazón, pena, tristeza, angustia.
Chamo abrió la boca incrédulo y el pelado sonrió, como si le dieran un besito de las buenas noches para dar lugar a un sueño de golazos clandestinos.
El partido apenas se reanudó unos segundos, hasta que el árbitro pitó 3 veces con energía y señaló el centro del campo.
El inter se consagraba campeón y el fotógrafo, para conseguir esta foto, corrió algunos metros esquivando lágrimas y camisetas albirrojas.
Cuentan algunos que en el túnel, camino al vestuario, rosicky se acercó a pedirle la casaca a adriano.
Me hubiese gustado ver la cara del frustrado número 7 del arsenal cuando el brasilero del inter lo miró, le hizo un gesto compasivo y le dijo: “disculpame, pibe… la tengo prometida”.

Carta abierta del Profesor Manzanelli




Imaginemos un reloj.

Puede ser un reloj de pared ni cuadrado ni redondo de fondo blanco y marco color berenjena, o quizás uno de esos relojes despertadores que tienen como dos orejitas de ratón, que suenan fuertazo y que salen siempre en tom & jerry. La condición sine qua non (siempre quise tener la oportunidad de escribir “condición sine qua non” así que en este momento estoy chocho) es que no puede ser un reloj digital, sino que tiene que ser uno de agujas.

(Estoy pensando que ya escribí “condición sine qua non” y que ahora seguro que falta muy muchísimo para que tenga otra oportunidad de volver a escribirlo. Qué mocazo que se aplique tan esporádicamente el término “ condición sine qua non” porque me resulta realmente simpático)
Ahora nos paremos en la mitad de cancha, de espaldas al gomero, justo arriba de las 6.

Entonces el arco que daba a la calle rioja estaría en las 3 y el que daba a la costanera estaría en las 9.

Las 12 estarían justo al frente nuestro, más cerca de la santa fé.
Bueno, a las 2, estaba el arbusto más extraño del mundo: una especie de isla de lost, un triángulo de las bermudas.

Ese arbusto hacía desaparecer gente.

Entusiastas adolescentes, quienes para mi eran pequeños atletas, pero que ahora entiendo eran parte de un siniestro experimento científico o extraterrestre quizás, creían hacer gimnasia escolar y desconocían su participación involuntaria como ratas de laboratorio, en las curiosas investigaciones de estos desconocidos hombres de ciencia oscura.

Los púberes llegaban al arbusto y se esfumaban.

Quizás caían por un tobogán gigante que los trasladaba a la mítica caldera, los pasillos de la imprenta o alguno de esos recovecos de los cuales siempre había grandes historias y nulas pruebas. Allí eran sometidos, deduzco, a abusos intelectuales y, porqué no, de índole sexual. También calculo que les inyectaban algún tipo de estupefaciente, ya que cuando eran devueltos completaban su rutina en tiempos récord, con máxima potencia y sin rastro alguno de transpiración.

Hoy quiero hacer pública esta denuncia.

Tanto el profesor Stieffel, como el calvo profesor Esteban, temen represalias por lo que no se atreven a acompañarme. Llamé a los medios pero nadie me llevó el apunte. Quizás porque llevo demasiado altos, incluso arriba del pupo, mis pantalones de jogging, además de cargar con un pito en el cuello. Eso me hace acaso menos creíble?

Necesito ayuda, tu ayuda, en esta cruzada.

Soy el profesor Manzanelli y estoy dispuesto dar a conocer toda la verdad sobre el arbusto de las 2 en el Manuel Belgrano de los 90.
Si sabés algo, aportá información.

Animate. Ayudame.