lunes, 29 de diciembre de 2008

La venganza nunca es un camino recto. Es como un bosque, y es fácil perderse.


—Hola Peque.
—¿Cómo has dado conmigo?
—Soy el mejor.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—¿Qué que hago? Bueno, hace un momento tocaba la flauta, ahora mismo estoy viendo a la novia más preciosa que hayan visto estos viejos ojos.
—¿Qué haces aqui?
—Quería verte.
—¿Vas a portarte bien?
—No me he portado bien en toda mi vida, pero haré lo posible por ser amable.

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