viernes, 28 de septiembre de 2007

bon que bon. sos un pedacito de mi corazón.


el miércoles pasó algo fuerte. muy fuerte.
hice entrega de las llaves de mi querido departamento.
las mismas que con coquita retiramos aquel octubre de 2005.
esas mismas llaves que muestran la foto, en el frío pasillo de la inmobiliaria.

mi departamento se llamaba hasta hoy "el bon que bon".
era mio, del coqui, del maxi y de diegui.
y siempre va a ser así.

tiene historias que más que historias son testimonios.
tiene magia.
tiene noches de fifa y oreo.
tiene tardes de fifa y postrecito ser.
tiene acordes de la viola de diegui.
tiene piojos. mucho pero mucho piojos.
tiene humo de la pipa del laucha.
tiene gritos de texi.

quedarán en ese dpto noches de futbol de primera, gracias a bichiour.
recuerdos de charlas con paulita mónaco, diálogos orientales sobre ramones y punk en general. cuadras de diferencia hasta la calle entre ríos.
noches de colitas de cuadril y otras hierbas, con el diego de testigo, dándose el lujo de mirarnos y escucharnos al tiempo que esquiva ingleses.

la luli y la agus con la bruja del piso de abajo.
la catu y las palomas de coquita.

lo tiene y lo va a tener a minito mirando los simpsons.
a korneta amando a su guitarra.
al maxi preparando el festejo de la nana licenciada.
a las carreritas por bañarse primero después del fútbol de los jueves.
a la pintada de cara al 7 1/2: todavía tenemos sus sedas, giles. nunca las vinieron a buscar.

en el dpto quedarán borracheras después de clásicos ganados.
quedarán días del amigo. confesiones de todo tipo.
visitas de toto, de fierro, de vecinos.

hoy se fueron las llaves.
como se fueron el coqui y el maxi.
como nos fuimos el diegui y yo.

pero las cosas que pasamos... no morirán jamás.