el viaje a montevideo fue sencillamente hermoso.
y tuvo todo lo que debía tener.
todo lo que habíamos soñado y lo que no también. recuerdos bizarros. chivitos, bengalas y sobornos. enanos corriendo por ahí.
partimos desde la terminal de cba la tarde del viernes 8 de octubre de 2004. a chamo lo secuestré pero iván se me escapó. llegó 10 minutos más tarde de lo que indicaba la partida de un bondi afortunadamente demorado culpa de… coca. su dni estaba en un estado similar al de él la noche siguiente: roto.
y allá vamos, uruguay.
fue duro pasar entre ríos sin que nadie se baje, pero más duro fue despertarme en la frontera.
“guau, guau, guau.”
guau más, guau menos, esas fueron las palabras del perro drogón. abajo los cannes olfateando la bodega. arriba un gendarme que revisa documentos. el ovejero, fanático de marley y escuchando resistencia suburbana en sus auriculares, que se quiere mandar y fumarse el bondi entero.
pero aparece don billetín, y coca se vuelve legible.
chofer, chofer, arranque ese motor.
con el viento a favor, la noche tibia, tan lejos de mi amor yo estoy entrando en uruguay.
ya en tierras charrúas todo se vuelve amigable.
nos recibe una amiga de coca y nos saca a conocer a pie, una ciudad con ganas de caminar. remera de verde paisaje paseando por una montevideo esperanzada, expectante. tabaré presente en todas las charlas y las ilusiones de la gente, en una ciudad llena de banderitas blancas, azules y rojas.
después de caminar el parque rodó, la paz nos pertenece. una feria muy amellie. una pilsen. más de una.y el mercado de la abundancia. nunca un nombre más representativo.
y qué más?llegan mauro, tedy, marcos.
nada hacía falta para que ese momento sea perfecto.
o quizás un 4 a 1 de argentina a uruguay, comiendo paella, brindando entre amigos y disfrutando de las cosas simples.
todavía es sábado, los piojos tocan mañana.
y marcos nos abre las puertas de su casa. y estamos en un quincho hermoso, con mesa de pool, mesa de ping pong, mesa que más aplauda.
mientras tomo fernet, un tele muestra el partido que en alberdi belgrano juega contra huracán.y se prende la plancha. y empiezan a llegar amigos de marcos, amigos nuestros. chivitos y salida.
the white stripes. motumbo. cumbia nena.
la madrugada que nos encuentra empujando un auto en pleno montevideo. un auto que nunca arrancó pero tampoco nos detuvo. lo increíble de la escena nos trae una nueva certeza.
nada nos detiene. ninguna ciudad. demasiado peso. bestia de metal.
mañana tocan los piojos y no es poca cosa.