El fútbol de los jueves empieza en realidad los lunes o martes, cuando en las bandejas de entradas de cada computadora aparecen los mails de confirmación. tenemos con los chicos un complejo sistema de tres variantes: "juego y como", "no juego pero como" o "juego pero no como".
para mi el que manda los mails más creativos y graciosos es el gordo mauro, seguido por iván. en cambio, mati manda los más aburridos y los menos trabajados.
yo soy el primero en llegar y me pongo a charlar con jota jota, que es "el regente" del establecimiento. jota jota es pelado y por eso le decimos jota jota. su edad es bastante indescifrable. para mi que tiene nada más que 40 pero está realmente baqueteado. mientras él camina rápido de un lado para el otro y yo miro el reloj a cada rato, con jota jota solemos recordar al gordo minito. yo me doy cuenta que a él le gusta que yo le cuente cosas del gordo, porque siempre me pregunta aunque teniendo mucho cuidado de que la conversación siempre sea alegre y no triste.
después de mi llega josé, dps hueso y dps narigón. y al último, bien tarde, pasadas las 22:10 aunque tengamos cancha a las 22, suelen llegar mati, coca, iván, mauro, rulo, etc.
o sea que todos llegan al último.
los partidos suelen salir muy peleados y son definitivamente mal jugados. mauro le pega de puntín, calala te grita fuerte, iván siempre se pelea con alguien y coca es el que mejor juega, aunque ya no es el de antes.
texi, que está lesionado (pero no tiene nada) llega tipo once menos cuarto y se sienta a vernos pero no suele gritar nada, simplemente espera la hora de la comida.jota jota abre la puerta dando por finalizado el partido y siempre nos vamos rápido a comer el asado, que suele comprar hueso o mauro.
comemos ensalada en el fuentón adonde jota jota se lava las patas y casi no comentamos nada del pleito, salvo asombrosas excepciones como el gol que iván hizo aquella noche y por el cual brindamos dos o tres veces.
es imposible no acordarse de minito en el fútbol de los jueves y eso no es malo, sino que es muy bueno. como que seamos felices por cosas tan simples pero tan valiosas.