lunes, 22 de octubre de 2007

la rara noche del viernes. LO MALO.


Lo que me pasó el viernes fue raro.
Lindo, feo. Muy feo y muy lindo.
Contradictorio.

Qué pasó el viernes?

Llamó mi hermana y me dijo que “esta noche voy a cruz, y me enteré que hay una sorpresa… tocan los piojos, pero no te puedo hacer entrar, porque es un evento re concheto y nosotros tenemos que ir por compromiso, pero no hay forma de que te hagamos pasar.”

Cortamos y sentí algo de lo que sintió luca cuando le escribió aquel gran tema a su hermana.

Minutos después de esa llamada, la bronca hacia mi hermana le empezaba a ceder el paso a la caída de ficha: tocan los piojos en cruz.
Sin el toto, sin el laucha. Sin la anita, la lu y la jime. Sin los de la calle 9, sin laurita, sin el ciego del abasto,sin la pao, sin el mati de salta y sin el mati, mi compañero de ruta. Sin mucha otra gente que casi no conozco pero que siente lo que nosotros sentimos por los piojos.

Sin esa gente que se junta a comer un asado para festejar la salida de un disco o la confirmación de una fecha. La que se sube a un bondi dejando muchas, muchas cosas.

Que había “gente que no”?
Claro que había. La mayoría era gente que no.

Pero esas presencias no me molestaban tanto como la ausencia de la “gente que si”.

La "gente que no" está en todos lados.
La gente que sí, que es mucha menos, no puede no estar si tocan los piojos.
ojo, que quede claro que esto de "gente que no" y "gente que si" tiene una referencia rockera. yo no soy quién para decir quién vale la pena y quién no en esta vida. pero si puedo elegir quién vale la pena y quién no para mi, para mi vida.

No le critico a los piojos su parte comercial. Para nada. Yo trabajo en publicidad y no puedo ser tan hipócrita de cuestionarlos. Aparte porque creo en ellos.

Hace poco leía una entrevista a ciro, de la cual cito un fragmento:

–¿Cómo resuelven el límite entre la libertad y la concesión?


–Cuando arrancamos nos propusieron ir a programas de televisión, y dijimos que no. Nos ofrecieron 70 mil dólares por tocar dos temas haciendo playback, cerrando La movida del verano, y nos negamos. Está en vos ver qué hacés con eso, si aceptás o no, o si ponés condiciones. Siempre que vino una multinacional para firmar un contrato nosotros dijimos “así, no”, no dijimos “no, jamás”. Si viene Quilmes y nos dice: “Esta es la propuesta, hagan lo que quieran”, lo analizamos. Vos manejás el límite. Pasa lo mismo cuando las bandas firman con una multinacional. ¿Qué importa si es Samsung o es BMG, si es Nokia o es Sony? El hecho de que las empresas estén poniendo plata en el rock introduce un nuevo acertijo para los músicos, que me parece bueno que exista. Además, si vos ahí estás firmando para vender tantos discos, y que si no los vendés tenés que ir al programa de televisión infantil a tocar, estás entregando el orto igual, o peor. Hay que ser coherente ciento por ciento. A mí me gusta andar en un buen auto, tomar un buen vino. No voy a andar en un auto hecho mierda para que me digan “uy, qué grosso”, porque estaría mintiendo.


en fin… lo que me duele de la noche en cruz no es lo que los giles pueden criticar, como el comentario de la voz del interior. ellos critican tu arte y son de ninguna parte.


A mi lo que no me gustó, lo que me dolió, es saber que hay mucha gente que siempre soñó un show para poquísima gente, con los piojos al lado tuyo, devolviendote miradas.

Y es injusto que a ese lujo le haya pertenecido a mucha gente para la cual, la del viernes fue una noche más.