jueves, 25 de octubre de 2007

pasan los meses y julio no aparece.


De vez en cuando, habitualmente en marzo, aparecen en la tele personajes nefastos hablando sobre la época de la dictadura.
Yo no sé cómo se le da lugar a esos humanoides, pero nunca falta el que dice, en referencia a los desaparecidos, que “no fueron 30.000, fueron muchos menos”.

Eso suele incomodar a otro de los invitados, que toma agua de la copa conteniendo su bronca y que, en el momento en el que le ceden la palabra, generalmente replica que “sí, fueron 30.000, pero aunque haya sido uno solo, es terrible, repugnante, inadmisible lo hecho por estos asesinos”.

Entonces, uno en su casa, indignado con el fachistoide y de acuerdo con el sujeto que no lleva corbata, reflexiona “claro, tiene razón, qué facho caradura de mierda, aunque haya sido uno solo, tiene razón el otro” y después cambia de canal, buscando algo para reírse un rato.

Si uno dice que en argentina hay un desaparecido, todos miran para otro lado.
Pero no hay uno, hay muchos más.
Sin embargo, hay uno del que todos estamos bien enterados.
Y nadie hace nada.
Nada de nada.

Más de un millón de personas votaron en la última final de gran hermano.
Y menos de 10.000 pidieron en córdoba por la aparición de López.
Una vez. Dos veces. Y ya no más.

¿nunca más?


hay una banda que me gusta un poco y que dice que "si no existe la memoria, todo lo nuestro es suicida".


yo también creo eso.