lunes, 19 de noviembre de 2007

yo quiero cruzar por la barrera.



Algún día voy a encontrar a alguien que trabaje en Caminos de las Sierras y le voy a pedir explicaciones.
No sé, al vocero, o al abogado, al que sea.
Cómo puede ser?
Uno vuelve un domingo a la tardecita del campo y se encuentra con esto.
Entonces la gente que hace? Protesta. Toca bocina. Pone cara de orto.
Y tiene razón.
Su empresa me roba varios minutos de mi hermoso domingo y me lo devuelve junto a un ticket, hecho un domingo feo, ruidoso, estresante.
Mire señor abogado de Camino de las Sierras, yo no sé si usted tiene familia, si se va o no se va los domingos al campo.
Pero le voy a mandar una carta documento y se va a tener que quedar trabajando, porque le voy a iniciar una demanda.
Es más, voy a ir a los medios.
Alguien de su empresa va a tener que salir a dar una respuesta.

Y más vale que sea convincente.

2 comentarios:

sensemina dijo...

Las malas lenguas dicen que Satanás domina el submundo de los peajes.
Algunos, los que pasaron por ahí, dicen que al detener la marcha de los motores, el demonio se instala en sus almas, para nunca más salir.
A mi nunca me pasó.
Y aunque el demonio ya esté instalado en mi alma, no creo que un peaje arruine mi domingo. Feliz domingo para todos!

sensemina dijo...

Con más razón todavía...
FELIZ DOMINGO PARA TODOSSSSSSSSSS! (eso incluye a los parientes que le vendieron su alma al demonio, y no al de Tazmania)